Blue Ghost de Firefly realiza experimentos en la Luna
El módulo lunar Blue Ghost, desarrollado por la empresa Firefly Aerospace, es una sonda diseñada para transportar cargas útiles científicas y tecnológicas a la superficie lunar. Su primera misión, denominada Blue Ghost M1, se lanzó el 15 de enero de 2025 a bordo de un cohete Falcon 9 de SpaceX y aterrizó exitosamente en la Luna el 2 de marzo de 2025, específicamente en la región de Mare Crisium.
Crédito: FireFly Aerospace
La misión de Blue Ghost M1 está programada para durar aproximadamente 14 días terrestres, equivalentes a un día lunar, durante los cuales los instrumentos recopilarán datos que contribuirán a futuras misiones humanas a la Luna y Marte.
La misión actual de Blue Ghost (denominada “Ghost Riders in the Sky” por Firefly) persigue tanto metas científicas relacionadas con comprender mejor el entorno lunar, como metas tecnológicas orientadas a probar capacidades novedosas que serán útiles en futuras exploraciones tripuladas. En el plano científico, el módulo lleva experimentos para analizar el regolito lunar, estudiando su estructura térmica y propiedades físicas.
También investigará características geofísicas de la Luna, como la composición de su manto y la conductividad del subsuelo mediante el instrumento LMS (Lunar Magnetotelluric Sounder), lo que ayudará a reconstruir la historia geológica y térmica lunar.
Asimismo, la misión estudia la interacción del entorno espacial con la Luna: por un lado midiendo cómo el viento solar incide en la superficie y el campo magnético lunar, y por otro observando la interacción entre el viento solar y la magnetosfera terrestre desde la perspectiva lunar.
Crédito: Firefly Aerospace
En conjunto, estos datos científicos apoyan el programa Artemis de NASA, proporcionando conocimiento base sobre el entorno lunar y lecciones para proteger futuras misiones tripuladas.
En el plano tecnológico, Blue Ghost sirve como banco de pruebas para demostraciones pioneras en la superficie lunar.
Entre los objetivos tecnológicos destaca probar un método rápido de recolección de muestras que podría ser empleado por astronautas o robots para obtener regolito de forma simple.
También se pone a prueba un sistema de navegación autónoma en la Luna usando señales GNSS (busca extender el alcance de las señales GPS hasta la Luna), crucial para que futuras naves y rovers puedan posicionarse sin depender completamente de seguimiento desde la Tierra.
Otro objetivo es validar tecnologías de mitigación del polvo lunar, un problema importante para bases y equipos: el experimento EDS (Electrodynamic Dust Shield) busca demostrar que superficies críticas (como paneles solares o visores) pueden mantenerse limpias mediante campos eléctricos.
Todos estos avances tecnológicos tienen como fin último mejorar la seguridad y eficiencia de las futuras misiones Artemis: los datos que Blue Ghost recabe ayudarán a diseñar mejores trajes, naves más confiablesy procedimientos operativos más seguros para una presencia humana sostenible en la Luna.